En esta entrada voy a
trabajar un fragmento de la obra La Regenta, escrita por Leopoldo Arias
Clarín. En concreto voy a analizar el capítulo XXVI que se sitúa en el segundo
tomo de la obra.
La obra “La Regenta” nos
introduce en el mundo de la religión, la iglesia toma un papel fundamental. La
sociedad del siglo XIX sigue siendo una sociedad agraria, mediocre, envidiosa y
donde el poder reside en la iglesia. Aparece también un poco de esa parte
negativa que provoca el dominio católico.
Es una novela que se
sitúa entre el realismo y el naturalismo, aunque parece ser que el realismo
está más identificado ya que hoy en día es considerada como una de las obras fundamentales
del Realismo español.
Este fragmento comienza
con: “El jueves santo llegó con una noticia que había de hacer época en los
anales de Vetusta” y llega hasta: “Una hora antes de obscurecer salió la
procesión del Entierro de la iglesia de San Isidro”.
Este capítulo comienza
tras la muerte de Guimarán, el Miércoles Santo, con la reunión de la Marquesa
de Vegallana, Visitación, Obdulia Fandiño y Petronila Rianzares y sus
comentarios sobre Ana Ozores y su intención de realizar penitencia. Un capítulo
que centra su atención en Ana Ozores y su predisposición por vestir de Nazareno
un jueves santo a pesar, claro está, de las críticas recibidas por ello y la
oposición de la gente cercana a ella, como es en especial, su marido, Víctor
Quintanar.
Ana Ozores |
El narrador de la obra es
omnisciente ya que usa la tercera persona y cuenta y relata los sucesos. El narrador
será el encargado de contar todos aquellos sentimientos, emociones,
pensamientos y acciones de cada uno de los personajes que participan en la
obra.
Los personajes que
aparecen en este capítulo de la obra son la Marquesa, Visitación, Obdulia Fandiño y Petronila Rianzares como
personajes invadidos por la envidia hacia Ana Ozores y su posible protagonismo
en la procesión donde participará de nazareno y con los pies descalzos. Otro
personaje clave en este capítulo es su marido, Víctor Quintanar, que muestra su
descontento y su disconformidad ante la penitencia de Ana Ozores.
Si nos introducimos en el
tiempo y en el espacio de la obra, vemos como todo transcurre en Vetusta
durante la Semana Santa, en concreto, el Jueves Santo. La acción nos da a entender
que transcurre en un día apagado y sumergido en las penitencias hacia el Señor.
Podemos ver una estructura lineal ya que los hechos ocurren en orden
cronológico.
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