jueves, 11 de septiembre de 2014

Poesía del siglo XVIII

El tema elegido en mi blog es “el papel que desempeña la mujer en la obra”.

Los poemas que he elegido para el comentario son el de Un amante al partir su amada, de Nicasio Álvarez de Cienfuegos, y el segundo es La mona, de Tomás de Iriarte.


Nicasio Álvarez de Cienfuegos:

Un amante al partir su amada

En este poema, el tema principal es el dolor que siente el autor al ver que se llevan de su lado a su amada.
El nombre con el que se refiere a su amada es Laura. La llama desesperadamente cuando la ve partir y va tras ella para recuperarla. Haría cualquier cosa para volver a tenerla a su lado, eso lo podemos ver en estas líneas: Laura, te seguiré de noche y día sin que hondos ríos ni fragosos montes me puedan aterrar: tú vas delante.
Se pregunta por qué Laura ha huido si los dos se aman, por qué los han separado:  ¿ por qué nos separáis? En dondequiera es mía, lo será; su pecho amante, yo le conozco, me amará constante, seré solo su amor…
Laura ha partido con quién algún día amó, esto lo vemos en los siguientes versos: ¡Triste! ¿Qué digo? Que se aparta de mí, y a un enemigo se va acercando a quién amó algún día. Huye, Laura, no creas, desconfía de mi rival, y de los hombres todos. Todos son falsos, pérfidos, traidores, que dan pesares recibiendo amores. Con todo esto, el autor quiere advertir a su amada que no huya con su amor, ya que él no la quiere como él a ella.  Él teme que Laura se olvide y no piense en él mientras él estará llorando desconsoladamente por ella.
En definitiva, el papel que desempeña la mujer en este poema es el de una mujer caprichosa que no sabe lo que quiere ya que ha huido con otro hombre.

Tomás de Iriarte.

La mona

En este poema, la mujer está representada como una mona.
La mona representa a aquella mujer que quiera aparentar a los demás algo que realmente no es. Esta persona suele ser alguien que quiere destacar en cuanto a los demás, que quiere que se hable de ella y llamar la atención. Para ello, se “disfrazan” de algo que no son.
El texto, nos quiere decir que una persona por muy guapa que se quiera poner o lista que quiera parecer, por mucho que lo quiera aparentar, no lo podrá conseguir puesto que cada persona es como es. De ahí viene el dicho de “aunque la mona se vista de seda, mona se queda”.
En conclusión, no quieras aparentar algo que no eres.

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